En el presente artículo vamos a profundizar en Organización paraguas, un tema de gran relevancia en la actualidad. Desde sus orígenes hasta su impacto en la sociedad actual, Organización paraguas ha sido objeto de debate y estudio por parte de expertos de diversas disciplinas. A lo largo de los años, Organización paraguas ha demostrado ser un factor determinante en la vida de las personas, influenciando sus decisiones, comportamientos y percepciones. A través de una mirada crítica y analítica, trataremos de arrojar luz sobre este tema tan fascinante, explorando sus diferentes facetas y sus implicaciones en la vida cotidiana.
Una organización paraguas (OP) es una unión de entidades del mismo ámbito o sector, a menudo relacionadas entre sí, con el fin de crear una imagen o posición común ante el mercado, las instituciones o el público en general, en temas concretos de su interés. En algunos casos la organización suministra recursos, y hasta confiere su identidad (marca identitaria), a las entidades que la conforman.
Anteriormente, también era común en la definición de organización global, en el sentido de una organizaban que engloba a las entidades que representa, coordina o cuya marca llevan. Si bien desde el empuje del modelo de negocios internacional de mercado único, es más común el uso de la expresión para organizaciones que operan en varios países con una gestión repartida y no realizada desde una sede concreta o el país de procedencia (a diferencia de una organización multinacional); es decir, global en el sentido de internacional, y no como antónimo de individual.
Si bien una organización paraguas no representa a las entidades agrupadas como personalidad jurídica propia (aunque puede ser constituida como tal), sí que puede incluir a otras agrupaciones que lo son, como asociaciones o federaciones. El Consorcio Internacional de Asociaciones de Personal de Investigación (ICoRSA ), por ejemplo, agrupa y representa a una variedad de asociaciones y organizaciones, que en sí mismas representan los intereses de sus miembros.
A veces solo parte de los objetivos de una entidad se defienden por la OP a la que pertenecen, concretamente los que corresponden con sus propios fines. Una asociación española de pescadores, por ejemplo, puede pertenecer a una organización paraguas europea que tiene por objeto apoyar los métodos de cría de la dorada en aguas del Mediterráneo. En otros casos, la OP sirve de órgano gestor, es decir, gestionando el conjunto de operaciones y actividades de las entidades que la integran. Un ejemplo de este tipo de organizaciones es Transport for London (TfL).
Algunas OP incluyen en su nombre el término propio («Organización Paraguas»), como es el caso de la Organización Paraguas Europea para la Información Geográfica (EUROGI), la Organización Paraguas Europea para las Inversiones Sostenibles o la Organización Paraguas Nacional (NUO).
Al margen del mundo corporativo, también existen entidades públicas y estatales que son organizaciones paraguas. La Oficina del Director de Inteligencia Nacional agrupa a todas las agencias y servicios de inteligencia y seguridad estadounidenses, tanto civiles como militares, con el fin de coordinar los flujos de información y compartir recursos, si bien se trata de una entidad más bien política, manteniendo las diferentes agencias alto grado de independencia.
Se suele equiparar el término de organización paraguas con el de supranacionalidad, siendo el primero aplicado a organizaciones y el último a Estados. Si la Unión Europea fuera una entidad civil, sería la organización paraguas de todos sus Estados miembros.
Existe una variedad de motivos por crear o unirse a una organización paraguas, entre ellos: