Mortificación (teología)

En el mundo actual, Mortificación (teología) se ha convertido en un tema de gran relevancia e interés para una gran variedad de personas. Ya sea por su impacto en la sociedad, su relevancia en el ámbito profesional, o su importancia en la historia, Mortificación (teología) es un tema que no deja indiferente a nadie. Su influencia se extiende a nivel mundial, afectando de diferentes maneras a distintas culturas y contextos. En este artículo, exploraremos las diferentes facetas de Mortificación (teología), analizando su importancia y repercusión en diversos aspectos de la vida cotidiana.

Un cilicio, objeto que se incrusta en la piel para autoinfligirse dolor y con ello practicar la mortificación

En la teología cristiana, principalmente la católica, la mortificación es vista como una forma de ascetismo, un medio de ayudar a las personas a llevar vidas virtuosas y santas. Es una práctica cristiana que consiste en realizar un sacrificio mental o físico por amor a Dios con el objetivo de unirse a la pasión de Jesucristo y, por lo tanto, como medio de participación en la redención.

El sacerdote francés Adolphe Tanquerey definió la mortificación como «la lucha contra las malas inclinaciones para someterse a la voluntad y esta a Dios». Teresa de Calcuta practicó la mortificación utilizando el cilicio, y pedía a sus hermanas que también ellas lo practicaran.Francisco de Asís, Benito de Palermo, Tomás Moro, Pablo VI, Lucía dos Santos y Hans Urs von Balthasar son algunos otros personajes conocidos que practicaron la mortificación en un sentido cristiano.

Véase también

Referencias

  1. Allen, John L. "Opus Dei: los mitos y la realidad". Traducción de Regina Lyra. Rio de Janeiro: Elsevier, 2006, ISBN 85-352-1812-2

Enlaces externos