En el mundo actual, Cozy mystery se ha convertido en un tema de gran relevancia e interés para un amplio espectro de individuos. Ya sea por su impacto en la sociedad, su relevancia en el ámbito académico, su influencia en el mundo laboral o su importancia en la vida cotidiana, Cozy mystery se ha posicionado como un tema central en las conversaciones y debates actuales. Desde sus orígenes hasta su evolución a lo largo del tiempo, Cozy mystery ha atraído la atención de expertos y novatos por igual, generando un interés creciente en comprender mejor sus implicaciones y su papel en el mundo actual. En este artículo, exploraremos los diferentes aspectos de Cozy mystery, su importancia y su impacto en diferentes ámbitos, con el objetivo de proporcionar una visión integral y enriquecedora sobre este tema.
El cozy mystery (en español, "misterio acogedor"), también conocido como "cozies" (en español, "acogedores"), es un subgénero de la ficción policíaca en el que el sexo y la violencia ocurren fuera de escena, el detective es un investigador aficionado, y tanto el crimen como la investigación tienen lugar en una comunidad pequeña y socialmente íntima. Los cozies contrastan con la llamada ficción hardboiled, en la que la violencia y la sexualidad explícita ocupan un lugar central en la trama. El término "cozy" se acuñó a finales del siglo XX, cuando varios escritores intentaron recrear la edad de oro de la ficción detectivesca.
Los detectives de estas historias son casi siempre aficionados y, con frecuencia, mujeres. El policía de pueblo Hamish Macbeth, protagonista de una serie de novelas de M. C. Beaton, es una notable excepción. Estos personajes suelen ser cultos, intuitivos y desempeñan trabajos que les ponen en contacto constante con otros residentes de su comunidad y de la región circundante (por ejemplo, hostelero, bibliotecario, profesor, adiestrador de perros, propietario de una tienda, reportero, etc.) Como otros detectives aficionados, suelen tener un contacto en el cuerpo de policía que puede darles acceso a información importante sobre el caso en cuestión, pero el contacto suele ser un cónyuge, amante, amigo o miembro de la familia en lugar de un antiguo colega. Desestimados por las autoridades en general como molestos y entrometidos , sobre todo si son mujeres de mediana edad o ancianas, los detectives del cozy mystery tienen libertad para escuchar a escondidas, reunir pistas y utilizar su inteligencia innata y su intuición para entender la dinámica social de la comunidad con el fin de resolver el crimen.
Los asesinos de los cozies no suelen ser psicópatas ni asesinos en serie y, una vez desenmascarados, suelen ser detenidos sin violencia. Por lo general, son miembros de la comunidad en la que se produce el asesinato y pueden ocultarse a plena vista, y sus motivos (codicia, celos, venganza) suelen estar arraigados en sucesos de hace años, o incluso generaciones. Los asesinos suelen ser racionales y a menudo muy elocuentes, lo que les permite explicar, o detallar, sus motivos una vez desenmascarados.
Los personajes secundarios del cozy mystery suelen tener un diseño más bien simple y se utilizan como alivio cómico. La suma de este tipo de personajes en series de misterio de larga duración, como las de Charlotte MacLeod, crea a menudo un grupo de excéntricos, entre los que el detective destaca como la persona más o quizás la única verdaderamente cuerda.
Un chiste sutil de estas series es cómo el protagonista se ve constantemente envuelto en muchos casos de gran repercusión, a menudo por accidente. Una broma recurrente sobre la serie Murder, She Wrote era cómo la protagonista/detective (Jessica Fletcher) tenía que ser la auténtica asesina en todos los casos, porque, "¡Vaya donde vaya, alguien muere!".
En el cozy mystery sólo se emplea el lenguaje obsceno más sutil. Los asesinatos tienen lugar fuera de escena, a menudo con métodos relativamente incruentos como el envenenamiento y las caídas desde grandes alturas. Nunca se insiste en las heridas infligidas a la víctima y rara vez se utilizan como pistas. La actividad sexual, incluso entre personajes casados, sólo se insinúa ligeramente y nunca se aborda directamente.
Los cozies suelen tener lugar en una localidad, un pueblo u otra comunidad lo suficientemente pequeña (o insular) como para que resulte creíble que todos los personajes principales se conozcan y mantengan relaciones sociales de larga data. El detective aficionado suele ser una persona sociable y apreciada que consigue que los miembros de la comunidad hablen libremente de los demás. En este tipo de libros suele haber al menos un personaje muy informado, entrometido pero fiable, que conoce íntimamente la historia personal y las interrelaciones de todos los habitantes del pueblo, y cuya capacidad para rellenar los huecos del enigma permite al investigador aficionado resolver el caso.
Las series de cozy mystery suelen tener un elemento temático destacado relacionado con el trabajo, la mascota o la afición del detective. Los cozies de Diane Mott Davidson, por ejemplo, giran en torno a la cocina, los de Parnell Hall en torno a los crucigramas y la serie "Sarah Kelling" de Charlotte MacLeod en torno al arte. Otras series se centran en temas como la pesca, el golf, el senderismo, la moda, las antigüedades y la decoración de interiores. Los amantes de los gatos están bien representados entre las filas de los detectives de cozy mystery, sobre todo en la obra de Lilian Jackson Braun y Rita Mae Brown; los herboristas aparecen con frecuencia (el más conocido es el sabueso medieval Hermano Cadfael, de Ellis Peters). También hay series de cozy mystery con temas navideños, de Semana Santa y otras festividades.
Aunque los elementos característicos de los cozy mystery son la falta de énfasis en el sexo y la violencia, la preferencia por la resolución de enigmas frente al suspense, la ambientación en una pequeña ciudad y el hecho de centrarse en una afición u ocupación, los límites del subgénero siguen siendo imprecisos.